Verde, negro y silencio.
Un lugar para sentir el mar en los pulmones y la bruma en la cara. Un paisaje para caminar, un rincón para besar.
Laura lució un vestido de corte sirena que realzaba su figura acompañado de una capa de gasa bordada en hilo dorado. Los bordados con motivos de plumas acompañaban al escote de la espalda. Laura fue diosa por un día.